viernes, 4 de marzo de 2011

Paso a paso


La consigna es no parar, profundizar el modelo y ganar las calles. Es que en plena carrera hacia las elecciones y ante una realidad que contrasta y socaba la política de integración que enarbola Nación, cada sábado las caminatas son un acto político en el que se marca presencia y se deja en claro lo que somos capaces.

Un pingüino se pasea al ritmo de los tambores, que repican una y otra vez y le dan movimiento a la flamante murga. Compañeros de un lado y otro, en una hilera que quiere ser interminable, donde el sentido de pertenencia es mucho más grande que el cariño, porque marca una identidad. Mientras los cumpas –años más, años menos- marchamos alegres, esta vez, por las calles de Floresta, los vecinos comienzan a salir a las veredas y sonríen y aplauden o solamente miran cómo avanza la columna.



Son 50 compañeros los que ya tiene la comuna 10 y no es una novedad el hecho de que crece, porque todas las comunas crecen y cada vez se suman más, porque este es el momento de creer, defender los ideales y forjar la historia. Este es el tiempo.
Y ahí está otra vez Juan Cabandié, ese pibe de barrio, ese hijo al que le arrebataron sus padres, ese político de raza que de inmediato se mezcla entre los cumpas e, incluso, posa con el gran Nestornauta que levantaron los compañeros de Mataderos. Y ahí somos muchos, porque están Lula, Mechi, Diego, Fabri, Hernán, los Topos, Cami, Guille, Pame, el Chanchi, Agu, Facu, Ale y el Oso, el querido Oso, junto a tantos otros.



Juan se para frente al micrófono, agradece y habla. “No queremos privatizar la educación”, esa es la primera consigna que apunta contra el comentario de Twitter que la semana pasada hizo un funcionario del PRO. Ahí está la diferencia, tantas veces expuesta, entre un modelo inclusivo y un modelo que apunta a la exclusión.


“Vienen denostando a la juventud, no se quiere que asuman las banderas de un proyecto distinto”, remarcó Juan y el discurso se explayó sobre las dicotomías que se establecen entre el kirchnerismo y el macrismo, en torno a la inmigración, la educación y la salud, entre otros ejes. Hacia el final del discurso, Juan arengó: “Digamos que nos den una oportunidad, porque vamos a cumplir con las promesas de campaña”.



Una vez más la marcha peronista indica el cierre de la caminata, algunos parten al cine debate, otros se quedan charlando o se van a buscar el colectivo que los lleva a sus respectivas comunas. Pero los cumpas se van para volver a empezar una y mil veces, ¡hasta la victoria siempre!


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