viernes, 22 de marzo de 2013

Los auténticos barriletes cósmicos



El sábado 16 de marzo, los compañeros de La Cámpora Palermo organizaron junto a los chicos un partido de futbol en el club del barrio. Una pelota, una sonrisa, dos simples cosas que hacen brillar el rostro de un niño. Correr, relacionarse con amigos, disfrutar, reír, sentir la magia de jugar fue lo que vivieron juntos en un tarde a pleno pelotazo y goles.
Pequeños y grandes, participaron de este encuentro recreativo que animó a desinhibirse, divertirse y transpirar la camiseta. De arquero, delantero o volante, de un equipo y del otro, todos gritaron goles y festejaron, nadie perdió, todos ganaron. Las chicas también  tuvieron su espacio de juegos, mientras otro grupo de compañeros ayudaba a los vecinitos a realizar las tareas del colegio.
La tarde fue cayendo pero la ganas y las pilas de seguir jugando continuaron hasta que el referí hizo sonar el silbato, y a pesar de algunos berrinches, con la promesa de la revancha, quedó en la cancha la alegría de los chicos, que ese día disfrutaron, algunos por primera vez, un partido de futbol con los amigos del barrio. Y no se fueron con las manos vacías, cada amiguito se llevó un disco de playa en recompensa al juego limpio y la fraternidad.
 Esta instancia representa una actividad de esparcimiento de los chicos que junto a otras instancias de contención realizadas desde la Mesa de Infancia de Palermo, también simboliza el compromiso de los compañeros con otras realidades, la de los más pequeños, la de un universo lleno posibilidades con las que todos deberían contar. Por eso, este gesto simple pero certero, cargado de sentimientos, refleja que ellos no están solos, junto a ellos están los militantes del Proyecto.


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